El cumbiasonico aglomeró a una verdadera multitud.
Por Janinne Pérez
Fotografías: Tobías Ortega
Las altas temperaturas y una invitación para escuchar a una serie de artistas del género cumbiero, colaboraron para que una multitud desafíe a la arribada que lleva al anfiteatro José Asunción Flores de San Bernardino.
Ayer domingo, se vivió una verdadera fiesta donde se bailó, se cantó y se aplacó el calor como se pudo, siendo las bebidas frías las primeras en socorrer a los sedientos fanáticos.
El festival empezó de forma puntual dando paso a artistas nacionales que calentaron el escenario para dar entrada a los invitados, de los cuales, el primero en subir fue El Peipper, y luego, puntualmente a las 19:45 subió La Joaqui, para hacer bailar a “las butaqueras y a las guachas”.
Luego de un fuerte perreo, se vino la cumbia romántica con Los Ángeles de Charly, un grupo que repasó sus mejores éxitos y además, añadió la canción cuestionada en otros países: “Niña Prohibida”, según los artistas, por pedido expreso de los organizadores del festival.
Para cerrar el Cumbiasonico, no podía faltar el número uno de la cumbia villera: Pablito Lezcano con Damas Gratis. El argentino hizo bailar a todos los presentes con sus éxitos reconocidos y pegajosos. Cuando le indicaron que ya era hora de cerrar el show, no quiso bajarse del escenario pues prefirió quedarse a complacer al eufórico público que seguía pidiendo inyecciones de cumbia.
En este segmento, Lezcano hizo un homenaje a nuestro país interpretando la canción “Paraguayoite” y luego, hizo lo mismo con el tema “Maldita veleta” de los Qranderos.
Faltando poco para la media noche, el show se fue cerrando para dar paso a la avalancha de gente que se dispuso a descender de la colina para volver a sus casas completamente recargados de alegría y mucha música para seguir disfrutando del verano.
